En entrevista con…
Dr. Q se considera un explorador
“Debemos inculcar a los jóvenes la necesidad de estudiar ciencia”
EL NEUROCIRUJANO afirma que la clave del éxito es la perseverancia; dice que se debe invertir en aprender cómo hacer más capaz el cerebro
El doctor Alfredo Quiñones, el famosísimo Dr. Q, es un destacado neurocirujano en Estados Unidos que salió de México como indocumentado a los 19 años.
BB: Vienes de una familia muy humilde…
AQH: Crecí en un ranchito a las afueras de Mexicali. Mis padres no tuvieron una educación, pero pienso que fueron gente muy sabia, mi abuelita era curandera, era partera, una persona que tampoco tuvo educación, pero con un talento y un intelecto increíble, y fomentaron en mí también la idea de explorar y es lo que yo soy. Yo me considero un explorador, porque lo que hago en el quirófano, en el laboratorio, lo que hago ahora entre nuestros países de formar puentes de trabajo, de jornadas altruistas, eso es explorar, es creer que juntos podemos cambiar el mundo.
BB: Me imagino que eres producto de la escuela pública en México.
AQH: Sí, yo salí de Mexicali, de una escuelita pequeñita en un lugar que se llamaba Palaco, ahora se llama González Ortega. Estuve en la secundaria Francisco Zarco y luego fui a la Normal Fronteriza para hacerme maestro de Educación primaria. Fue la educación pública que el país me pudo dar y yo tomé ventaja. Yo tuve el privilegio después de salir de México de estar en Berkeley, en Harvard… Tienes que aprovechar lo que la vida te dé, si te da limones te avientas una limonada…
BB: ¿Cuándo decides cruzar a Estados Unidos?
AQH: Crecí en una familia de braceros y eso tuvo una influencia muy importante en mi vida. Nosotros no teníamos mucho, pero lo poquito que teníamos lo empezamos a perder. Llegó el momento en el que no teníamos ni comida en la mesa, y mis tíos llegaban de Estados Unidos y nos llevaban costales de papa, costales de frijoles y creo que ahí es donde empiezo a darme cuenta que en el norte existía una oportunidad… brinco el cerco, me agarran y me mandan de regreso a Mexicali, esa misma noche vuelvo a cruzar. Perseverancia, nunca me doy por vencido, en todos los retos.
BB: ¿Cómo era salir al campo a trabajar, a cosechar tomate?
AQH: En aquel entonces, yo no lo miraba, la semana pasada salió un artículo
en The New York Times— que me lo manda Jeremy Kleiner, quien está haciendo mi película y ha ganado varios Oscar y Mathew López, que es el que está haciendo el guión— donde está hablando un emigrante mexicano, de cómo utilizaban unas pipas que cambiaban en los campos de agricultura, y recordé que ése sí fue el trabajo más pesado que hice, eh, porque estamos hablando en diciembre, entonces el frío era increíble, y yo descalzo y con el lodo hasta las rodillas y las cortadas en los pies, en las manos. Trabajaba unas 10, 12 horas, me acuerdo que fue el trabajo más retador que tuve, física y mentalmente porque mentalmente yo no sabía cuándo iba a parar esto.
BB: Y de ahí, cambias de trabajo y tienes un accidente que marca tu vida.
AQH: El 14 de abril de 1989 casi pierdo mi vida, caigo en un tanque de ferrocarril vacío, pero que tenía todos los gases de liquefied petroleum gas. No pude respirar pero aun así pelee por mi vida. Si me preguntas por qué mi vida es como es, te contesto: porque yo miro los retos como una oportunidad, no me doy por vencido.
BB: ¿Y en qué momento te das cuenta que un chavo que es jornalero, que trabaja 10 horas al día puede ingresar a una de las mejores universidades, primero en California a Berkeley y después a Harvard?
AQH: Lo primero que hice es apliqué y creí en mí mismo, lo segundo que hice es que yo chambeaba, hasta la fecha, desde las 5 de la mañana hasta las 12 de la noche y te lo juro que no ha cambiado… Yo me enfoco y sé exactamente a dónde quiero ir…
En 1991 agarro mi green card y para el 94 yo ya aplicaba para la ciudadanía porque yo trabajaba de tutor de física, matemáticas, cálculo y química orgánica y es como me aceptan a Berkeley, primero, parte de beca pero aparte chambeaba.
BB: ¿Estudias Psicología en Berkeley?
AQH: Estudié Psicología en UC Berkeley y Neurociencias… Hice mi tesis y me gradué con honores. Cuando estaba casi en mi último año de UC Berkeley empecé a llamar a varias universidades y les preguntaba cómo podía trabajar en un laboratorio y de repente me ponen en contacto con un chavo que se llamaba Hugo Mora. La hermana de él había fallecido de un tumor cerebral, cáncer, y ella había sido activista con César Chávez, trabajador del campo. Me dijo: “Quiero que me enseñes tus calificaciones, tus grados”, entonces dice: “¿sabes qué?, con estas calificaciones y lo que has hecho si quieres ir a Harvard a la Facultad de Medicina vas a ir”. Lo miré y pensé “Este chavo no sabe de lo que está hablando”, porque cuando yo estaba en UC Berkeley, una vez les había dicho a dos amigos hispanos que estaba pensando en aplicar en la Universidad de California y me dicen: “No, jamás, en estas universidades es imposible que tú llegues”. Ellos estaban juzgándome físicamente. Yo estaba a punto de aceptar e irme a Stanford con una beca mucho mejor que la de Harvard, y me dice un profesor que se llama Joe Martínez: “¿Sabes qué?, tú te tienes que ir a Harvard, por generaciones gente humilde como tú ha tratado y jamás ha llegado y tú tienes esta oportunidad de cambiar el mundo”. Y entonces acepto irme a Harvard, a la Facultad de Medicina, hice investigación y la vida empezó…
BB: Ahora tienes una misión importantísima, una de las principales causas de muerte en los próximos años va a ser el cáncer y tú quieres encontrar una cura.
AQH: Indiscutiblemente, el cáncer es una enfermedad muy peligrosa, estamos hablando de que en Estados Unidos ya en 22 estados es la causa número 1 de muerte del adulto y de muchos niños con cáncer cerebral. El problema es que la enfermedad es carísima. Estamos hablando por ejemplo, en Estados Unidos de que tratar a un paciente con cáncer cerebral cuesta un millón de dólares. Tenemos que encontrar mejores tratamientos que sean más accesibles y que no sean tan caros, es la razón por la cual yo hago lo que estoy haciendo. Lo que hacemos ahora cuando venimos a ciudades como México, es que compartimos nuestro conocimiento. Yo no vengo a hacer, el que hace es el cirujano mexicano, yo vengo a aprender de ellos y a compartir lo poco que he aprendido.
BB: ¿Tú sientes que sí se pueden y en qué tiempo encontrar tratamientos mucho más eficaces y más rápidos para el cáncer?
AQH: Estamos en la entrada, al principio de una nueva etapa, en los siguientes 15-20
años vamos a mirar curas para muchos cánceres, siempre y cuando continuemos invirtiendo, siempre y cuando continuemos inculcando en nuestra juventud la necesidad de estudiar ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas y que podamos integrar esos recursos.
Tenemos la oportunidad de invertir en esta nueva juventud, que aprendan, lo traigan de regreso y sigan invirtiendo en el país.
BB: Me decías que el ser humano utiliza más o menos el 5 por ciento de su cerebro y que efectivamente hay maneras de ampliar este porcentaje.
AQH: A lo mejor algunos de nosotros utilizamos hasta menos que eso, eh. Pienso que la habilidad y la plasticidad del cerebro están innatas, lo que no hemos aprendido es cómo desarrollarla bien. Indiscutiblemente pienso que hacer ejercicio con el cerebro es lo mismo que hacer ejercicio con el cuerpo, tienes que ejercitarlo, tienes que leer a diario…
BB: Dicen que las computadoras que vamos a tener en el futuro van a pensar mucho más rápido que el cerebro…
AQH: Jamás. Ninguna computadora va a ser tan poderosa como el cerebro humano, estamos hablando de 164 trillones de sinapsis, lo que pasa es que no hemos aprendido cómo utilizarlo, estamos gastando mucho tiempo en tratar de hacer las computadoras más rápidas. Tenemos que empezar a invertir en cómo aprender a hacer nuestro cerebro más capaz y más rápido.
BB: ¿Cuál ha sido el día más feliz de tuvida?
AQH: El nacimiento de todos mis hijos, de cada uno de ellos.
BB: ¿El más triste?
AQH: Pues la muerte de mi hermanita, que pasó cuando yo tenía 3 años, que es la memoria más temprana que tengo de mi vida, fue un día muy triste, ahora que lo entiendo más.
BB: Complétame esta frase, Dr. Q es…
AQH: Un soñador.