Back
Image Alt

enero 2015

¿Recuerda usted todos los insultos y agresiones contra los ex presidentes Felipe Calderón, de México; Andrés Pastrana, de Colombia, y Sebastián Piñera, de Chile, proferidas por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, cuando aquéllos se reunieron con políticos de la oposición de ese país y pretendieron visitar a uno de los líderes de ésta, Leopoldo López, encarcelado hace meses por el propio Maduro?

El viernes pasado Florence Cassez presentó una demanda por daño moral en contra del ex presidente de México Felipe Calderón. Exige “una indemnización por 36 millones de dólares, de acuerdo a la capacidad económica y al daño sufrido”, porque, dice su abogado, José Patiño Hurtado, “a esta mujer la mataron en vida.” Por supuesto no habla de las víctimas a las que torturó Cassez.

 

Marcos, lamento mucho la partida
de tu papá; un abrazo solidario.

Hace unos días el Papa Francisco tuvo un encuentro con jóvenes en Manila, Filipinas. Ahí Glyzelle Palomar, una niña de 12 años que había vivido en la calle, donde sufrió todo tipo de abusos, le hizo una pregunta al Santo Padre: “Hay muchos niños abandonados por sus propios padres, muchos son víctimas de cosas como la prostitución y las drogas. ¿Por qué Dios permite esas cosas?

¿No quisiera tener usted un negocio que le dejara miles de pesos en efectivo por hora, para el cual no necesitara tener ninguna preparación profesional, pero además no tuviera que invertir en él un solo centavo y mucho menos pagar impuestos? Pero, además, ¿no quisiera que, como prestación, se le brinde seguridad estatal o federal, porque las autoridades por miedo a que digan que ejercen la represión, le cuidan la integridad de sus “trabajadores”?.